Las jugadoras de la selección femenina de fútbol de los Estados Unidos de América tocaron el cielo una vez más.
Jill Ellis, entrenadora de la
selección estadounidense, tomó el cargo en 2014, luego de ser parte del comando
técnico e inició su trabajo con una frase que muchas de las jugadoras
recordarán: “Estoy aquí para hacer incomoda su estadía”. No mintió. Para ella
era importante fortalecer los puntos débiles que habían formado por vivir y entrenar
en condiciones confortables donde lo tenían todo.
En el mundial de Alemania 2011,
Estados Unidos había caído sorpresivamente ante Japón en un partido
impresionante y muy peleado por parte de la selección asiática que terminó llevándose
el título en la tanda de penales (3-2). Ellis, hija de un militar inglés,
llevaría las lecciones de la infancia a sus dirigidas. “El mejor aprendizaje es
la adversidad”, dijo en una charla técnica. Algunos meses después lo llevaría a
la práctica en una gira por Brasil.
El resto es historia, trece meses
después de aquella charla llegó el Mundial de Canadá en 2015. Estados Unidos se
encontró a una selección conocida, pero esta vez fue diferente. Las americanas
superaron a Japón por un contundente 5 a 2 en la final del torneo.
En Francia 2019 le propinaron una rotunda goleada a
Tailandia y superaron en un partido increíble a la anfitriona que también era
favorita. ¿El resultado? ¡Bi Campeonas!
⚡️ “¡CAMPEONAS!”https://t.co/diodQtuzWq— La Otra Tribuna (@Ftfem) July 10, 2019
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